La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, ha generado indignación entre los ciudadanos de Juárez por su falta de presencia y compromiso con la ciudad. Ante las críticas sobre su ausencia en Juárez, la gobernadora respondió con argumentos vacíos y sin sustento.
“No me peleo con nadie, si quieren pelear conmigo, adelante… pero yo no inicié el conflicto“, declaró la gobernadora, evadiendo así su responsabilidad y el reclamo legítimo de los ciudadanos.
Las familias juarenses se preguntan por qué la gobernadora no ha realizado las obras necesarias y ha dejado abandonados proyectos en la ciudad.
En lugar de asumir su responsabilidad, Maru Campos intenta justificar su inacción mencionando el artículo 115 de la constitución, que establece que el bacheo y la pavimentación corresponden al municipio. Sin embargo, olvida que como gobernadora también tiene un papel importante en el desarrollo y bienestar de la ciudad.
Es lamentable que la gobernadora panista intente desviar la atención hacia el alcalde y su gestión, cuando en realidad es ella quien debe rendir cuentas por su falta de compromiso. Los ciudadanos exigen resultados y acciones concretas, no discursos vacíos.
Además, la gobernadora intenta eludir las críticas hacia su secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Mario Vázquez, afirmando que está “terminando obras abandonadas”. Sin embargo, esto no justifica la falta de planificación y ejecución adecuada de proyectos que han dejado a la ciudad en un estado de abandono.
Los ciudadanos se sienten desatendidos y abandonados por la gobernadora, quien ha demostrado una clara falta de compromiso y liderazgo. En lugar de responsabilizar a otros y buscar excusas, es hora de que Maru Campos asuma su rol y trabaje arduamente por el bienestar de la ciudad y sus habitantes.
Los juarenses merecen una gobernadora comprometida, dispuesta a escuchar y actuar en beneficio de la comunidad. Es hora de que Maru Campos deje de lado las palabras vacías y demuestre con hechos su compromiso real con la ciudad y sus ciudadanos abandonados.
